El proceso de diseño de una Miniweb comienza con la planificación visual y estructural. Se crean maquetas y wireframes que muestran cómo se organizará la información. El diseño se adapta a la identidad de la marca, asegurando una experiencia de usuario intuitiva y atractiva. Durante esta fase, se busca definir los colores, tipografía y elementos gráficos que mejor representen los objetivos del proyecto.
El desarrollo implica convertir las ideas de diseño en un sitio funcional y operativo. Se utilizan tecnologías web modernas como HTML, CSS y JavaScript para crear una Miniweb responsiva. Se asegura que la página se vea perfectamente en dispositivos móviles y de escritorio. Además, se incorporan funcionalidades interactivas para optimizar la experiencia del usuario y mejorar la velocidad de carga del sitio.
La entrega de la Miniweb se realiza tras una exhaustiva fase de pruebas y validación. En este paso, se verifican todos los detalles, desde la carga rápida de la página hasta la compatibilidad en diferentes navegadores. Una vez validada, la Miniweb se pone en vivo y se entrega al cliente con acceso completo. Además, se ofrece soporte inicial para resolver cualquier inconveniente que pueda surgir después del lanzamiento.